DISCURSO OFICIAL DE MONS. GONZALO DE VILLA Y VÁSQUEZ, SJ ANTE LA DECLARACIÓN DE GUATEMALA COMO CAPITAL IBEROAMERICANA PRO VIDA

Escrito el 10/03/2022


He venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia (Jn10,10)

Hermanos y hermanas:

Toda ocasión para hablar de la trascendencia de la familia y, todavía más, de la vida, es importante. Hace más de treinta años, en un encuentro entre el papa Juan Pablo II, hoy santo y que visitó tres veces Guatemala, y el entonces presidente italiano: Sandro Pertini, humanista, no creyente y a la vez hombre defensor de la vida, surgió una comparación que hoy quiero retomar. En algunas traducciones de la biblia, cuando se habla de la túnica de Jesús, de la que fue despojado (Jn 19.23) se dice que era una túnica inconsútil, es decir, sin costuras, tejida de una sola pieza. Los soldados prefirieron echarla a suertes para no romper la túnica. La comparación estriba en que la causa de la vida es como esa túnica: inconsútil, de una pieza.                            

Hablamos de la vida humana como algo que surge desde la concepción y debe tener su fin, en este mundo, por causa natural. Ser provida no es meramente estar en contra del aborto o de la eutanasia aunque sí lo presupone. Es defender la vida, es promover la vida y es defender la vida con dignidad para todos los seres humanos. Ciertamente la vida de los no nacidos es la que está más en peligro cuando tantas legislaciones ignoran su condición humana. Por ello hay que defenderla siempre, como hace ciertamente la Iglesia católica. 

Ser provida es también hablar de la vida a ser defendida cuando está amenazada por tantas violencias: la primera la guerra, como desgraciadamente hoy presenciamos, en que mueren inocentes civiles y también soldados, unos enviados a invadir y otros defendiendo su tierra y su hogar. Es hablar contra la violencia del hambre y la desnutrición crónica, es hablar contra la corrupción y la impunidad que la sostiene. 

La vida humana, el papa Francisco lo ha repetido en numerosas ocasiones, es hablar en defensa de los descartados y desechados, de los atropellados y golpeados, de las mujeres y hombres, de todas edades, que sufren como victimas de la negación de sus derechos más elementales, comenzando precisamente por el derecho a la vida y a una vida digna.

Ser provida es, por supuesto, ser pro familia. Hablar de ese núcleo en que todos nacemos, en que tanto quisiéramos que fueran en verdad familias aquellas que todos los recién nacidos hubiesen tenido. Sabemos de las inmensas dificultades de familias rotas y desintegradas y del derecho de todo ser humano a fundar una familia. La familia es nuestro núcleo más íntimo y, a la vez, aquello que más debemos afirmar y defender. En Guatemala, en medio de tantas desgracias que nos afligen, lo que más sentido de felicidad da a las personas es aquello que tiene que ver con la familia, con su familia. Defendámoslo siempre. Defendamos siempre la vida, entera, de todos. Muchas gracias