En 1989 aún no se firmaba la paz, las violaciones a los Derechos Humanos era muy
frecuentes, los impactos del Conflicto Armado Interno se hacían sentir, la demanda
de apoyo a la Iglesia Católica para varios casos aumentaba. La Conferencia Episcopal
visitó a su Santidad San Juan Pablo II, quien les pide estar cerca la gente necesitada y
caminar a la par del pobre. Es en ese contexto como Monseñor Próspero Penados del Barrio (QEPD), Arzobispo Metropolitano en esa época, decide iniciar un servicio en favor de los Derechos Humanos.
MEMORIA DE LABORES 2018-2019 OFICINA DE DERECHOS HUMANOS DEL ARZOBISPADO DE GUATEMALA
Escrito el 05/06/2020